domingo, 5 de abril de 2020

Imágenes de descendientes de antiguas cabras canarias en las Desertas

En un artículo publicado en 1977 ("Descubrimiento de una reserva natural de cabras canarias prehispánicas", Revista Aguayro nº 87) Lothar Siemens Hernández da cuenta de que cabras silvestres fueron llevadas, por los portugueses en el siglo XV, desde Canarias a las Desertas (unas pequeñas y abruptas islas próximas a Madeira).

Ejemplar disecado de las Desertas, Museu de História Natural do Funchal, Madeira

Al parecer en los años 60 del siglo XX se extinguió la antigua especie caprina silvestre de la isla canaria de La Palma. 

Pareja caprina (disecada) de La Caldera de Taburiente, La Palma, Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria

Por lo que se refiere a la antigua cabra de Gran Canaria, F.E. Zeuner (“Some domesticated animals from prehistoric site of Guayadeque, Gran Canaria”, Revista El Museo Canario, 1958-1959, núms. 65-72) que estudió dos cráneos caprinos procedentes de un hallazgo arqueológico en Guayadeque, dice a finales de los años 50 del pasado siglo XX lo siguiente (traducción libre al español del original inglés):
<<Parecería, por lo tanto, que la primitiva cabra marrón de Canarias es un antiguo tipo de cabra mamber, mucho más primitiva que la variante existente del tipo en África del Norte y Oriente Próximo, y sugeriría una comparativamente elevada antigüedad para la raza. El tipo negro y blanco pudo haber sido introducido en fecha posterior. En la Tabla 2 las medidas de las cabras de Guayadeque son comparadas con dos especímenes recientes, un macho y una hembra obtenidos del matadero de Las Palmas por gentileza de Don José Naranjo Suárez. La hembra tenía la coloración “salvaje” y el macho era negro y blanco. Se verá que ambos especímenes de Guayadeque son bien coincidentes con la hembra reciente, lo que sugiere que el primitivo tipo de cabra presente en Gran Canaria desciende directamente de aquel de los habitantes prehistóricos.>>

Muchas de las fotografías publicadas de ejemplares caprinos de las Desertas muestran individuos mestizos en los que solo en algunos casos es reconocible alguna de las características distintivas de la raza ancestral canaria. 


La siguiente fotografía fue tomada en Deserta Grande en el año 2012 y retrata ejemplares de ambos sexos que responden a las características atribuibles a la raza canaria antigua. 

Grupo caprino en Deserta Grande, 2012. Foto: Irena Valesova, 
https://experiencemadeira.files.wordpress.com/2012/12/dsc02626.jpg

Los machos adultos son blanquecinos-negros y con una morfología semejante a la del ejemplar de La Caldera de Taburiente, salvo los cuernos que son rectos, es decir carecen de los giros de los de aquel.


Ampliación de parte de la fotografía anterior (foto: Irene Valesova)

Macho palmero de La Caldera de Taburiente (Museo Canario, Las Palmas de Gran Canaria)

El macho en segundo plano en la fotografía de grupo caprino de Deserta Grande (al que corresponde la ampliación que se inserta a continuación de este párrafo), parece ser más joven y recuerda al ejemplar que se conserva disecado en Funchal, Madeira.

Ampliación de parte de la fotografía de grupo caprino en Deserta Grande, 2012 (foto: Irene Valesova)

Estas cabras son de color marrón, la coloración "salvaje" a que se refería Zeuner en relación a las tipo mamber antiguo de Guayadeque, Gran Canaria.

Ampliación de parte de la fotografía de grupo caprino en Deserta Grande, 2012 (foto: Irene Valesova)

Las siguientes imágenes (instantáneas de un video subido a Internet hace más de una década por un visitante de aquellas islas) corresponden a otro grupo caprino de las Desertas cuyos componentes muestran también algunos rasgos de la antigua raza palmera. 



Hasta el pasado verano pervivían al parecer cerca de 200 cabras salvajes en Deserta Grande (tras haber sido exterminadas las de Bugio unos años atrás), según declara "Direct Action Everywhere" en Diário de Notícias (dnoticias.pt/madeira, 17 de septiembre de 2019) con ocasión de la protesta de dicho movimiento de defensa de los derechos de los animales frente a un programa de reducción de la población caprina de aquella isla, gestionado por la Secretaría Regional de Ambiente, Recursos Naturales y Alteraciones Climáticas (Gobierno de la Región Autónoma de Madeira), la cual actúa a través del Instituto das Florestas e Conservação da Natureza (IFCN).