viernes, 14 de febrero de 2020

Señales junto a las firmas testamentarias (III)


En Testamentos de canarios, gomeros y herreños [1506-1550] (de Leopoldo Tabares de Nava y Marín y Lorenzo Santana Rodríguez, publicado por el Instituto de Estudios Canarios, San Cristóbal de La Laguna) junto a la firma testamentaria de dos canarios aparece una misma señal consistente en dos triángulos unidos por un vértice, como una de las pintaderas de barro cocido de Gran Canaria (conservadas en el Museo Canario, de Las Palmas de Gran Canaria), si bien con el interior dividido en pequeños triángulos y con dos rellenos centrales curvos por su borde exterior.

Señal del canario Rodrigo El Cojo
recogida en Testamentos de canarios, gomeros y herreños [1506-1550],
de L. Tabares de Nava y Marín y L. Santana Rodríguez, Instituto de Estudios Canarios

Señal del Canario Juan de Guzmán
recogida en Testamentos de canarios, gomeros y herreños [1506-1550],
de L. Tabares de Nava y Marín y L. Santana Rodríguez, Instituto de Estudios Canarios

Pintadera. Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria)

La versión tuareg actual evolucionada de aquel objeto canario la encontramos en las cabezas de los tuareg de Níger que muestran las imagenes (fotografías de Mario Gerth https://www.mario-gerth.de/) que pueden verse en los enlaces que se insertan tras este párrafo. Su forma es igual a la de aquella pintadera y también aparece interiormente dividido de modo triangular. Por otra parte recuerda a otro objeto tuareg, la del amuleto-colgante denominado tcherot, que también porta el retratado en la tercera de las siguientes imágenes.

https://www.mario-gerth.de/images/com_osgallery/gal-2/original/_mg_739120DA836C-B1DE-5AD6-98AF-327474A25B09.jpg

https://www.mario-gerth.de/images/com_osgallery/gal-2/original/_mg_7449c9A218C94-A7DF-32EB-3448-CD151B7D7BCB.jpg

https://www.mario-gerth.de/images/com_osgallery/gal-2/original/_mg_8143cF893938B-81A9-7E6E-E771-36AC14E7E753.jpg

Las dos primeras fotos de estos nobles tuareg de Níger, a cara descubierta, son excepcionales ya que nunca se quitan en público el velo-turbante. Obsérvese en su rostro la marca del índigo.